Paco Femenia es un director de fotografía galardonado con un premio Goya a mejor
fotografía por el filme “Solo quiero caminar” (2008) del director Agustin Diaz Yanes.
Comenzó su carrera trabajando como runner en diversos proyectos cinematográficos,
más tarde trabajó como técnico de sonido directo durante 5 años y posteriormente
adquirió experiencia en publicidad y cine hasta que comenzó en la dirección de
fotografía.


¿Cuáles son las características imprescindibles en un buen fotógrafo?

El director de fotografía no trabaja con pensamientos abstractos. Cuando te enfrentas a una
película hay ya muchas cosas hechas, de las que tu de alguna manera tienes opiniones pero ya
tiene mucho realizado. Por ejemplo, un director lee un guión y a partir de ello tiene que diseñar
o pensar cómo lo baja a la tierra. Tienes que convertir tus pensamientos abstractos en imágenes.
La característica principal sería la visualización de que todo aquello sea armónico en función de
la narración que quiere hacer el director.

¿Qué tiene su fotografía que le diferencia del resto?, ¿Cómo quiere que se le recuerde?

Mi fotografía no creo que se distinga mucho del resto, no se distinguen mucho unas de otras.
Todo lo que pones delante de la cámara cuenta, la puesta en escena del director, los decorados,
los actores, etc; la fotografía es un plus. Hacemos trabajos que son conjuntos. Siempre trato de
dar mucha comodidad al set, a los actores. Me refiero a no meterles en un mundo de trípodes
donde no pueden ni entrar, si no que tengan un set limpio en el que ellos puedan tener mucha
improvisación, que no haya nada de mi trabajo que les pueda distraer. No es una regla fija pero
sí que es algo que intento buscar siempre. 
 
¿Cómo prepara sus proyectos? ¿Con cuanto tiempo de antelación comienza la pre-producción?

Desde que se aprueba el proyecto prácticamente, se tienen reuniones y salen esos pensamientos abstractos que luego hay que bajar a la tierra. Con esas reuniones vamos creando el “mood” de la película, que yo creo que es lo más complicado, saber el tono que le vas a dar a la película. Cuando lo tienes muy claro te sale todo más fácil.

Ha dicho que su labor está muy cerca a la de dirección, ¿ha pensado alguna vez en dar el salto?

No. Yo creo que nuestra cabeza no empieza en la extracción, no empieza en algo que leas y lo tengas que bajar a la cinematografía, sino que nuestra cabeza es menos abstracta, es más concreta. Trabaja con elementos ya elaborados. No me ha interesado nunca dar el salto. 

Ha trabajado en cine histórico, thrillers, comedias, ¿Cuál le supone más esfuerzo y en cual trabaja más cómodo?

Todas las películas son un esfuerzo, sobre todo las pelis que he hecho grandes. De todas formas, lo del cine histórico mío es muy casual porque mi trabajo habitual ha estado relacionado con la publicidad, y en un momento dado era un modo cinematográfico muy avanzado, muy moderno. No sé porqué, empecé a hacer películas históricas, yo me consideraba más apto para hacer películas más modernas.

¿Cómo se prepara para producir la fotografía de una película como “Oro”, ambientada en el siglo XVI?

Primero vas a hablar con el director, te empiezan a contar todo lo que piensa. En el caso de Tano Díaz Yanez, hay una relación muy de amistad y hay una comunicación mucho más intensa. Nos vemos mucho mientras se está rodando la película, se fía mucho de mí. En esa película el enfrentamiento era hacer una película aparentemente muy buena y que no se notase, sin el dinero necesario para hacerla.
Cuando estás preparando se van tomando decisiones en las que también interviene el productor, el presupuesto, el gasto en arte… Tú vas amañando la película en función de lo que vas teniendo, sacando los mejores resultados que crees que puedes sacar con lo que tienes.  
















¿Considera que la figura del director de fotografía ha mejorado en los últimos años?

No creo que haya mejorado mucho. Yo creo que ahora mismo, nosotros tenemos muchos más elementos de formación que antes. Sin embargo, el director de fotografía antes quizá era más sólido o más representativo. Ahora hay muchísimos más directores de fotografía que antes.

¿Es muy importante conocer cómo va a ser toda la puesta en escena antes de empezar a rodar? 

Claro, eso para nosotros es lo más importante. De hecho, cuando estoy rodando un largometraje, lo que planteo siempre antes de empezar es una cosa que se llama “teatrillo”, es como un juego de lo que va a pasar en el decorado en el que estamos con los personajes. Al verlo te das cuenta de donde tienes que dar la importancia en determinados momentos en los planos. Es un método mio pero no es exclusivo para nada, lo hace mucha gente. Creo que no hay nada que nosotros podamos decir “es que yo lo hago así y así no lo hace nadie”. 

La cooperación de los directores de fotografía con el equipo de postproducción es cada vez más estrecha, en especial con el colorista. ¿Qué nivel de decisión considera que debería tener cada uno sobre la imagen final?

La decisión es total. Lo del colorista es muy importante porque hay muchos parámetros de luz que puedes tocar. De alguna forma hay directores de fotografía que lo llevan más hecho,  que les gusta trabajar más en el aposto con el colorista. No es mi caso, estoy acostumbrado a hacer la película en el set. 

En este sector cada día sale algo nuevo, los equipos técnicos avanzan con nuevas y renovadas opciones, la tecnología en general avanza a pasos de gigante. ¿Cómo consigue adaptarse y estar a la última?

Ha habido cambios radicales pero a partir de un cambio radical, que fue el cambio del 35 al digital, todo son matices y no hay grandes cambios. Creo que la gran revolución ya existió, ahora es un mundo de matices.

¿Hacia dónde cree que avanza el sector audiovisual? 

Hacia la locura. Es broma, me refiero a que creo que hay cosas que empiezan a desaparecer. Hay cosas buenísimas, la técnica cinematográfica se hace mejor que nunca, hay mucha gente que lo hace muy bien. Creo que el cine de autor empieza a desaparecer, ahora es casi periodismo. Con las tendencias de las plataformas streaming es una tendencia meter cosas que sabes que gusta y es muy fácil de calibrar, tu lanzas una serie y sabes los millones de personas que la ven en el mundo.